martes, 13 de septiembre de 2011

FILOSOFÍA DE IFA 6ta Parte


              LA CREACION

Nadie debe confundir el mundo por tratar de igualar las deidades con Dios. Orunmila ha revelado claramente que todas las deidades menores fueron creados por Dios para asistirlo en el manejo del UNIVERSO y esto es sin excepción, ellos le deben obediencia total. Las deidades son como sirvientes de Dios, enviados por Dios al universo a ayudarlo para hacer del mundo un lugar más habitable para los mortales, de manera que por ellos, el hombre podría apreciar cómo a Dios le encantan sus criaturas. Cuando por ejemplo una sacerdotisa de OLOKUN sé monta(posesiona), empieza por cantar alabanzas a Dios y aprecia la supremacía de Dios por encima de todo lo que existe. Cuando Ogun (la divinidad de la ingeniería, del hierro) posee un sacerdote, da tributos a Dios Omnipotente y le agradece. El mismo Shango, y de hecho de cada una de los 200 deidades creados por el Dios Omnipotente. Se dicen ser los miembros del concilio divino de Dios.
De la misma manera un sacerdote de IFA empieza su Moyugba(Yo pido) a Dios(Olodumare) como el depositario de todo conocimiento y sabiduría. Ningún hombre por consiguiente puede pensar que el servicio a cualquier de divinidad es un sustituto del servicio a Dios.

Orunmila ha revelado a sus seguidores que las primeras creaciones de Dios fueron las deidades menores. Fueron los primeros habitantes del cielo, y ellos vivieron vidas normales en cielo a imagen de Dios propio. La Muerte es uno de las deidades favoritos creados por Dios, y fue este el que hizo la arcilla con la que sé modeló el hombre después de las deidades. Después de hecha la imagen humana en arcilla, era la hora de darle el aliento de la vida, así, Dios le dijo a todas las deidades que estaban presentes que cerraran sus ojos. Todo ellos lo hicieron excepto Orunmila que meramente sé cubrió la cara con sus dedos sin cerrar sus ojos. Dios descubrió que Orunmila lo miraba. Como Orunmila trató de cerrar sus ojos después de ser visto, Dios lo llamó a él y le dijo: nada espectacular alguna vez sé hizo sin un testigo viviente. Por esto  Orunmila sé llamaba Eleri Ukpin Ode o Eleri Orisa (el propio testigo de Dios).
Después de la creación del hombre, era el tiempo para habitar  la tierra. Pero el hombre todavía era demasiado joven e inexperto en la tarea de fundar una morada a su propia discreción. Dios por consiguiente escogió enviar a las deidades a la tierra con sus propios conocimientos, experiencias y discreciones.

 LA FUNDACION DEL MUNDO
               
Cuando Dios le envía a uno cualquier mensaje, no lo da en detalle. Espera que el mensajero use su propio sentido común o discreción para llevar a cabo la asignación. Dios sólo espera resultados positivos.

Los primeros habitantes de la tierra fueron los 200 deidades.  Se llamó entonces Divino Esfera la tierra, al tiempo cuando las deidades, como es hoy, son los únicos  con las capacidades espirituales para comunicarse entre el cielo y la tierra. Pueden saber enseguida qué esta aconteciendo en la tierra y en el cielo con sus poderes extra visionarios.

Los cielos estaban superpoblados, y Dios, asistía físicamente a las quejas de todos sus hijos en cielo, sé encontró con mucha presión para esta tarea. Por consiguiente decidió encontrarles un Firmamento nuevo para deidades y humanos.   De hecho, lo que no descubrió a sus criaturas era que iba a transfigurarse en un sutil aire, de manera que después de esto, sé comunicaría sólo en Espíritu.

A una de las reuniones regulares del concilio divino, Dios les dijo a las deidades que sé prepararan para ir a la tierra a encontrar una morada nueva. Dios les dijo que debían operar dentro del orden del concilio divino y con las leyes naturales que hicieron del cielo un lugar bello para vivir. Les dijo que las mismas reglas debían operar en la tierra. El  sólo indico dos reglas básicas:

1. Nadie debe tomar ventaja indebida de Él (Dios) en su ausencia física y tratar de quitarle a Él su papel de padre de todo el Universo.
Deben dar su respeto como el creador de todo, que es, deben empezar siempre sus trabajos en la tierra, por rendirle el respeto debido como el eterno Padre; y

2. Nadie debe hacer a otro lo que no gustaría que le hicieren: como la regla dorada.
 Esto significa que no deben matar sin juicio debido por todos las deidades.
 No deben robar porque en el cielo el castigo por hurto era la muerte.
 No sé debe seducir a la esposa de otro, o hacer cualquier otra cosa  a otro que pudiera dar por resultado dolor.
 Deben resistir el impulso de tomar venganza, el uno contra el otro, ya que todas las discordancias sé resuelven por el juicio comunal del concilio de deidades. Sobre todo deben respetar esta regla divina que cualquiera que falte, el pago será de diez veces por el ofensor.
 Finalmente, les dijo que el secreto del éxito era escuchar siempre a la voz silenciosa de la divinidad llamada Perseverancia.

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