miércoles, 21 de septiembre de 2011

FILOSOFIA DE IFA 11va Parte


El lugar de Eshu(Elewa) en el sistema planetario

Se ha dicho por otras religiones que era el ángel de Dios que cayo en desgracia y sé desterró subsiguientemente fuera del paraíso. A Eshu mejor sé le puede describir como una deidad mágica. A menudo sé le ve como el jefe de las fuerzas malas en la Divino esfera aunque hay deidades más mortales que él. Iku, Ogun, Shango y Babaluaye, que cuando sé ofenden destruyen brutalmente. Son deidades en sus propios derechos y no agentes de Eshu. La penalidad de ofenderlos es la muerte. En cambio, Eshu crea obstáculos de manera de darle una oportunidad a su víctima que lo reconozca después  que  transforme el infortunio en fortuna. Es el embaucador, pero sólo a esos que lo empequeñecen. Es la divinidad de confusión y oscurantismo.
Ha habido un consciente esfuerzo por aproximar Eshu a la divinidad del mal, con el Lucifer bíblico, pero el no es.
Veremos que la diferencia entre ellos es que aquel existió  autónomamente de Dios mientras que el otro fue creado por Dios e infiltrado por Eshu.
Veremos en Baba Ejiogbe cómo Eshu sé creo. Se revela que la oscuridad existió antes de la luz. Oscuridad, que está en cualquier cosa que no podamos ver, o sé entiende prontamente, que representa la fuerza del mal, que anunció la existencia de Eshu. Lo mismo que la oscuridad anunció el advenimiento de Eshu, es la Luz que anunció el advenimiento de Dios. La luz representa la verdad, bondad, objetividad, honestidad y positivismo.
 El Bien y el Mal existen lado a lado y están en competencia constante e interminable. Uno no es una creación del otro porque el Bien no puede engendrar el Mal tampoco el Mal puede engendrar el Bien.

En la luz del anterior análisis, la divinidad llamada Eshu a que nos referimos en este libro es una entidad que sé debe ver como independiente de Dios. Vino a estar sobre el mismo tiempo como Dios. La superioridad de Dios queda en el hecho que Eshu no puede crear. Pero puede mutilar, transformar y dañar; cuando le gusta, puede ser también objetivo y constructivo e igual cuando sé le persuade a hacer así. Dios es la única entidad que puede ser buena y distribuye el objetivo del Bien del principio al final. No tiene que sobornar o distribuir favores a sus criaturas. En cambio, Eshu siempre toma cada oportunidad para demostrar que si uno no reconoce su autoridad, compelerá a uno a hacer así, porque deliberadamente le crea problemas a uno. También descubriremos que Eshu en su capacidad como el dispensador del Mal, puede conquistar las más grandes mentes, los toma y los manipula. Fue Eshu, que tomo la mente de Lucifer y la volvió contra Dios. Fue el también que tomo la mente de Judas y la volvió contra Cristo. Es el mismo Eshu que vuelve un hijo contra su padre etc.
Se ha argumentado que tiene la más grande cantidad de seguidores entre cualquier comunidad de criaturas vivientes. No hay nada que Dios creo que no pueda manipular. Al principio Dios creo las deidades para asistirlo en la administración del Universo, Eshu les creó tanto problemas a ellos que los uso a voluntad. Cuando las deidades perpetuaron el mal, uno contra el otro o contra los indefensos mortales, fue bajo la influencia de Eshu y no como sirvientes de Dios.
Algunos de las deidades a menudo piensan que pueden ignorar a Eshu y no ser castigados por él.
Como ya se hablo antes en la creación del mundo, Dios envió a 200 deidades al mundo, pero Eshu vino con ellos como la 201 divinidad. Todo los otros vinieron con instrumentos que tomaron de la cámara interna de Dios exceptuando Eshu, que es un fenómeno independiente. Los instrumentos y adornos que las deidades trajeron al mundo constituyen los materiales con el que sus seguidores hacen  el sacerdocio, hasta el momento. La diferencia entre los  deidades y Eshu es que Eshu no tiene religión propia y nadie le hace culto (Esto es sólo en Nigeria) aparte de la piedra que sé procura de un río que sé usa preparar su sopera y su Chivo favorito, no hay ningún otro instrumento conque Eshu sé puede asociar. A menudo lo preparan sólo por aquellos que prefieren alistarse en su apoyo en lugar de su antagonismo.

La verdad del lugar de Eshu en la Divino esfera es que sé trata del más pícaro y tracalero de todos ellos. Descubriremos más tarde en este libro que el no vino con los otros deidades a la tierra, todos ellos lo condenaron al ostracismo y sé resistieron a reconocer su poder y autoridad. Vimos que problemas creó entre ellos como un medio de compelerlos y que reconocieran sus poderes. Descubrimos más tarde que cuando llegaron y sé establecieron definitivamente en la tierra, las deidades decidieron hacer una fiesta entre todos en cada una de sus casas en orden de mayoría de edad. Se le dijo que Orisa Nla fuera el primero en festejar, por ser el mayor y el escogido por Dios en la tierra. Eshu sin embargo les advirtió que nadie podía exigir ser mayor que él porque él estaba antes que cualquiera antes de la gran creación.
Orisa Nla entonces procedió a organizar su propia fiesta. En el día de la fiesta, en cuanto sé puso la mesa para comer y brindar, Eshu pestañeó sus ojos y a los dos niños de Orisa Nla, se afligieron al instante con una convulsión. Como la fiesta estaba por empezar, sé oyeron gritos en la dirección de la casa de Orisa Nla, abandono la mesa de cenar para enterarse de lo que pasaba. Antes que alguien pudiera hacer algo, los dos niños murieron.
La misma cosa con algunas variantes les ocurrió a los otros deidades. Al final todos estuvieron de acuerdo de permitirle a  Eshu que comience todos los festejos y ceremonias. Y él sé calmo.
Lo anterior ilustra que nadie le puede ganar en cualquier concurso a Eshu. Dios que tiene el poder de eliminar a Eshu de la faz del Universo, no lo hace y lo deja morar libremente.
Orunmila es el único de las deidades que supo manejar a Eshu hasta el momento. Veremos en Ogbe Di, cómo Eshu sé volvió un socio de Orunmila. Es la única deidad que sabe cómo aplacar a Eshu. Eso es porqué, inteligentemente sabe que Eshu es el arquitecto del infortunio, a menudo aconseja a sus seguidores a hacer frecuentes sacrificios a él. Alguien que quiera tener éxito en el cultivo, comercio, caza, etc. sé le aconseja por Orunmila empezar por darle Chivo a Eshu.
Veremos más tarde en Ogbe Kana cómo un más extraño que quería cultivar, sé le dijo cultivar en los pantanos, cuando todos sabían que durante las lluvias cualquier cosecha plantada en los pantanos normalmente sé destruiría por las lluvias. Orunmila le dijo granjero que le diera un Chivo a Eshu, que reaccionó quitando las lluvias por ese año. Cuando los otros cultivadores del pueblo hicieron sus siembras en la cumbre y en el valle, sus cosechas sé quemaron por falta de agua de lluvia. Todos los ciudadanos del pueblo tenían que comprarle ese año los artículos de la comida al extraño granjero  porque su granja en los pantanos era la única con una cosecha rica.
Al año siguiente, el granjero fue por consulta y se le dijo que hiciera su siembra en las colinas, mientras todos los nativos las hicieron en los pantanos. El granjero fue a Orunmila que una vez más le aconsejo darle otro Chivo a Eshu. Después de hacer la ofrenda a Eshu, el granjero procedió hacer su granja en la colina. Habiendo aceptado su ofrenda, Eshu fue una vez más abrir el tapón con el que detuvo la lluvia. Empezó a llover tan pesadamente que sólo la granja del extraño en la colina floreció. Las otras granjas en los pantanos sé destruyeron por las lluvias. Una vez más el pueblo entero tenía que comprar comestibles de él todo el año siguiente. Este hombre fue más tarde coronado el Oba del área entera.
El papel de Eshu como la divinidad de lo bueno y de malo sé ilustrará claramente en las revelaciones de Iroso Ate, que nos dirá cómo un sacerdote llamó Okpini fue aconsejado, nunca salir de su hogar en misiones de adivinación, sin primero darle ñame asado a Eshu temprano en la mañana por siete días.
Llevó a cabo el espíritu y el mandato del consejo por seis días consecutivos. En el séptimo día sé le convocó muy temprano en la mañana en el palacio real porque el Oba tenia para él  una asignación urgente.
Sin aguardar a darle el ñame asado a Eshu, salió apresuradamente al palacio aunque tenía la intención de hacerlo después de volver del palacio.
Se molestó Eshu y decidió hacerlo pagar por atender más al Oba que a él.
Okpini llegó al palacio y él le dijo que las cosas no iban bien con el Oba. Se le dijo que el pueblo no pagaba el tributo regular y que las fortunas del palacio mermaban. El Oba quería saber de lo que estaba pasando y cómo mejorar la situación.
Después de la adivinación Okpini le dijo al Oba que sacrificara de manera que la situación mejorara ese mismo día. Predijo que después del sacrificio, los cazadores le traerían al palacio ese día: una boa, un ciervo vivo y noticias de 2 cazadores que habían disparado un búfalo y un elefante.
El Oba rápidamente hizo el sacrificio y esperó que las predicciones de Okpini sé manifestaran. Después de la adivinación Okpini salió a su hogar. Todas sus predicciones sé harían verdaderas, pero sé determinó frustrar su realización por Eshu.
Entretanto, Eshu sé transfiguró en un ciudadano mayor y tomo posición en la entrada del pueblo (Ubode). Cuando el hombre con la boa apareció, el hombre mayor le dijo no procediera al palacio por su propio interés, porque el Oba ejecutaba unos sacrificios en el palacio y que el Awo había dicho que cualquier cazador que viniese al palacio con cualquier animal o informar la muerte de cualquier animal (era la tradición en esos días que alguien que disparara a cualquier animal debía ser informado al Oba) debía ser usado él (el cazador) como sacrificio en el palacio ese día.
En cuanto el hombre que trajo la boa oyó las noticias malas,  agradeció al hombre viejo y sé sentó allí a esperar.
 El hombre con el ciervo vivo, el hombre con un búfalo y el hombre con el elefante también tomaron refugio temporal en el mismo sitio. Todos ellos pasaron la noche allí, ninguno sé atrevió a entrar el pueblo, ni proceder al palacio.
Después de esperar en vano por las previsiones de Okpini, el Oba sé fastidio y en la mañana próxima, mandó por Okpini una vez más.
Por este tiempo Okpini ya le había dado el ñame asado a Eshu, aunque tardíamente.
Al llegar al palacio, el Oba lo acusó de la falta de habilidad y de ser un mentiroso y un timador. Lo deshonró completamente. Abatido, Okpini volvió a su casa, saco su IFA  y lo tiró en el río Oshun por engañarlo a él en sus predicciones.
Sin embargo, en cuanto salió del palacio, Eshu, que tenia  su  ñame asado, fue a decirle a los cazadores en Ubode que en el palacio el sacrificio sé había completado y que el camino estaba claro para ellos proceder al palacio.
Todo ellos fueron al palacio al mismo tiempo y rindieron sus animales al Oba.
El Oba sin embargo deseó saber porqué ellos no habían llegado al el palacio al mismo tiempo. Les preguntó si ellos habían ido a cazar al mismo lugar. En contestación explicaron cómo tuvieron miedo, y sé quedaron en el Ubode, por otra parte habían llegado realmente separados el día previo.
A ese punto el Oba sé dio cuenta de que las predicciones de Okpini sé manifestaron después de todo, pero por las maquinaciones malas del desconocido, había asustado a los cazadores. El Oba rápidamente mandó por Okpini una vez más y sé disculpó por la pena temprano en la mañana. Le dijo que todas sus predicciones fueron verdaderas. Lo compensó y le confirió el título más alto en él reino. Okpini más tarde volvió a su hogar a la cabeza de una procesión de baile triunfal.
En cuanto regreso fue derecho al río Oshun a recuperar su Ifa, y llevarlo a su hogar, lo aplacó con una chiva que le regalo el Oba. El lector puede imaginar cómo la falta de darle un ordinario ñame asado a Eshu, dio lugar a tanto problema. Eso es porqué en IFA, sé aconseja a las personas a menudo a ofrecer sacrificios a Eshu sin retraso.
Un ejemplo conclusivo es dado por Iroso Bosa: del barbero real que sé le aconsejó hacer sacrificio a Eshu para evitar hacer las cosas por la mitad medida. Y sé negó a hacer el sacrificio.
Entretanto, el Oba mandó para que el barbero viniera y le diera un corte de cabello. Cuando sé dio cuenta que el barbero sé había negado a hacer sacrificio a él, Eshu llegó a transformarse en un anciano del pueblo y fue al barbero por un corte de pelo, al momento de salir el barbero al palacio. El anciano prevaleció en el barbero para darle corte rápidamente antes de salir de su hogar porque iba a contestar una llamada real.
Al final decidió que el precio de 5 Cauris le costaría al anciano. Pero sé volvió casi loco cuando afeitaba el pelo del viejo que siempre crecía al instante, tanto que gastó el día entero en el hombre viejo sin que un solo pelo cayera a la tierra.
El punto notar en este análisis fácil es como para todos los otros deidades, Eshu es invisible y puede influenciarles a situaciones y eventos en maneras diversas. Nadie sé le puede oponer a Eshu, porque no podemos verlo en abierto combate. Opera en espíritu y más a menudo por un apoderado. La regla en IFA es darle a Eshu cualquier cosa que le agrade, y a así las deidades, cualquier cosa que desean, de manera que uno tenga la oportunidad de alargar las metas del destino de uno.
Cuando vemos la vida acabada, no tenemos medios de confrontar  las fuerzas que no vistas tienen influencias buenas o malas en nuestras vidas. Son verdaderos, y tan ciertas como la regla dorada, que hagamos a otros lo que esperamos que nos hagan a nosotros, y estaremos al servicio de Dios. Pero que no significa que no vamos a estar invulnerables a las fuerzas malignas que envidian nuestra virtud y que tratan de limpiar o quitarnos los atributos de bondad de la faz de la tierra. Orunmila revela que la manera que Dios espera que reaccionemos a las fuerzas de mal es no hacernos malos, pero que nos defendamos contra ellas.

La pregunta por consiguiente es: ¿Cuán humano pueden los seres que sé quejan sobre los actos malos, de otros contra ellos, y que ellos demandan absolución total de prácticas malas?
Es un principio fundamental en las reglas de la Divino esfera: aquellos que buscan la bendición de las deidades deben hacerlo con las manos limpias. Ningún hombre, debe, con cualquier justificación, esperar justicia de los poderes más altos, por actos malos contra su integridad, cuando son culpables de ofensas similares.
Cuando nos comprometemos en cualquier práctica insana, operamos como agentes del mal y no como sirvientes de Dios. Si tal persona ora o desea cualquier cosa y espera de Dios y de las deidades que oigan sus oraciones, esperan meramente que el agua salga de una piedra.

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